El 2010 se emitió el informe “Sin verdad no hay justicia”. Estimó que 456 personas fueron víctimas de violaciones sistemáticas a los derechos humanos, entre ellas ejecuciones extrajudiciales, tortura y violencia sexual. Además suministró a la justicia los nombres de 458 agentes presuntamente involucrados en tales crímenes.
Suspendió sus actividades en febrero de 1997 sin emitir informe debido a la inestabilidad política por la que atravesó durante el último lustro del Siglo XX.